lunes, 8 de noviembre de 2010

información Quijote

EL INGENIOSO HIDALGO DON QUIJOTE DE LA MANCHA

Es una novela que consta de dos partes: la primera publicada en 1605 y la segunda en 1615. Abarca la primer salida que realiza solo el personaje y la salida posterior que realiza acompañado de su escudero, a partir del momento en que salen juntos sólo se separaran con la muerte de Alonso Quijano.. Cervantes, con tono de burla, critica la falta de verosimilitud de las novelas de caballería.
Las novelas de caballería aparecieron en el siglo XVI, tenían como personajes centrales a los caballeros andantes que luchaban no solo contra sus enemigos sino también con dragones. El motivo de su lucha siempre es una causa justa y noble, emprende la misma pensando en su amada y dedicándole sus triunfos.
En el principio, afirma Cervantes, que el primer narrador de la historia del Quijote es un árabe llamado Cide Hamete Benengeli. Dice, además que es historiador y que se ha encargado de recoger los verdaderos datos de la vida del personaje, es una burla por parte de Cervantes, ya que en la época ser árabe era sinónimo de ser mentiroso. Éste habría escrito la historia en árabe y alguien debió traducirla, ese traductor es un árabe converso que habla castellano, sería el segundo narrador, menciona que el manuscrito original omitía episodios que él conoce y los incluye. Otro narrador es el que nos cuenta la historia a nosotros. Estas múltiples voces están acompañadas de las llamadas “novelas intercaladas”, historias independientes que Cervantes introduce en el libro. Este sistema de colocar un texto dentro de otro, a la manera de las cajitas chinas, produce un curioso efecto: al terminar de leerlos y volver a la historia inicial de Don Quijote y Sancho, el lector tiene la impresión de que ha regresado al mundo real. Así Don Quijote y Sancho ganan tangibilidad.
Esta combinación de voces diferentes que aparecen y desaparecen, es lo que se llama la “polifonía”, término que proviene de la música y que significa un conjunto de sonidos simultáneos, en que cada uno expresa su idea musical formado un todo armónico. La multiplicidad de narradores en el libro conforma también una unidad armónica que está marcada por las distintas aventuras de los personajes protagónicos.
El Quijote es la primera novela de concepción moderna de la literatura universal. En ella las aventuras se desarrollan no como meros episodios aislados, sino engarzados, constituyendo una estructura orgánica. Hasta este momento, la producción novelesca (de caballería, pastoril, picaresca) narraba hechos desvinculados entre sí, interrelacionados por un hilo conductor –generalmente el personaje central-, pero sin llegar a constituir una unidad estructural. El propio Cervantes, en la segunda parte del libro, se critica el haber interpolado la novela corta “El curioso impertinente”, de acuerdo a su novedosa concepción de la trama novelesca, constituía una ruptura del hilo narrativo.
El estilo responde en líneas generales a ciertos cánones barrocos, aunque la complejidad de esta obra trasciende una mera codificación académica. Según Casalduero, la PARODIA sería una forma de expresar el contraste entre la locura del Quijote y las pautas sociales del siglo XVII, ya que permite llevar adelante las complicaciones barrocas, mezclando la emoción con la burla, lo grotesco con lo sublime, el humor con la ternura.
En cuanto a la técnica novelesca es significativo: -la obra considera como un objeto exterior a ella misma, la primera parte de la novela pasa a ser materia narrativa en la segunda. Así en la segunda parte Don Quijote pregunta al bachiller Carrasco sobre la veracidad de la existencia de una obra de autor árabe que narra sus aventuras, éste responde: “tan verdad, señor,…que tengo para mí que el día de hoy están impresos más de doce mil libros de tal historia”; -alusión al lector como forma de comprometerlo con la narración: “Tú, lector, pues eres prudente, juzga lo que te pareciere…”; -descripciones dinámicas y concisas; -diálogos vivaces; -retratos de los personajes hechos con habilidad para destacar los rasgos psicofísicos.
Sancho Panza entra en escena para entablar el diálogo y para poder efectuar un contraste con Don Quijote. Podría decirse que nace de la necesidad de un interlocutor que escuche, opine y a veces critique, es a su vez la necesidad de un “lector” que sea testigo de lo que ocurre, evidencia continuamente a lo largo de la “lectura” su perspectiva y llegue hasta el punto de participar integralmente de lo observado. Sancho en su función de “lector” de la vida de Don Quijote, es el contrapeso, el que permite el equilibrio, y será también el encargado de dar testimonio de las acciones ejecutadas por su amo. Hay que resaltar además que su “lectura” no es pasiva, participa de la lectura de la vida de Don Quijote de una manera activa, llegando a generar él mismo las acciones, y nombrando la realidad para acomodarla a las nuevas circunstancias (por ejemplo cuando bautiza a Quijote como “el caballero de la triste figura”). Al final de la novela será el mismo un creador, su recorrido interior y las aventuras al lado de su amo, han hecho de Sancho un infatigable perseguidor de nuevas realidades. En la segunda parte a Sancho ya no le basta la realidad circundante, la miserable cotidianeidad. En las últimas páginas se siente desesperanzado porque tiene que volver al lado de Teresa, sus hijos y los cerdos. Para él volver implica aceptar, de una u otra forma, la increíble cuota de desilusión que continuamente le reclama el mundo.